Después de despedir el año con los 6 kms de la "San Silvestre", cañeo posterior, cena y campanadas, ¿qué mejor que comenzar el año pisando nieve? Pocos sitios "cercanos" nos brindan la oportunidad de pisarla, de modo que, con el permiso de "el Señor de La Sagra", vamos para allá. Por la tarde descubriríamos que él había despedido el año por sus cumbres el día anterior.
La visión de la mole nos hace presagiar que tendremos buena visión desde la cumbre.
A mitad del bosque que sube hacia el embudo ya se hacen imprescindibles los crampones pues la nieve deshelada se ha vuelto a congelar sobre el sendero. Más adelante ya se ve el terreno a ratos mixto y en zonas, todavía con nieve que facilita la ascensión.
Subiendo, subiendo contemplamos esta bonita vista, si no me equivoco, a la altura de la bifurcación para dirigirse hacia la via pingüino.
Para llegar a ese punto seguimos una huella-escalera con unos escalones perfectamente conservados que no deben llevar tallados más de un día.
Pero continuamos por embudo arriba, para lo cual hacemos algo de travesía a la izquierda y retomar el camino. La vía pingüino: ¡mucha tela!
Hasta que llegamos al sendero que crestea desde Las Santas.
Fotos de cima. Visión nula. Cero grados y un soportable viento para ser la cima de unos 40 kms/h.
"Benjamín" y nosotros dos celebramos la primera cumbre del año 2014.
El vivac al este del vértice proporciona un espacio sin viento donde tomar un bocado y un trago.
Y, sin más demora, bajada hacia Las Santas.
El embudo no nos parece nada apetecible de bajada con esta nieve que ya no se aguanta
, por eso optamos por descender por esta opción más larga y menos inclinada.
A ver si pronto tenemos nuevas nevadas que nos pongan las montañas como el año pasado de nieves. De momento, contentos de haber pisado este adelanto.
¡Es lo que hay!
Saludos y Feliz Año Nuevo.
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